El uso de drones en la
agricultura ya no es nuevo, pero sí lo son los avances que se están produciendo
en la tecnología y, por ende, en las utilidades y beneficios para el agricultor.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han
presentado un nuevo método para obtener datos geométricos en 3D (área, altura y
volumen) de los árboles en cultivos leñosos a partir de imágenes aéreas tomadas
por una aeronave no tripulada, un dron.
José Manuel Peña, uno de
los investigadores, explicó a esta redacción que la novedad radica en que,
analizando las imágenes, se conoce la altura y el volumen de cada árbol, «por lo
que el agricultor puede saber en qué zona de su parcela los olivos, por ejemplo,
son más grandes o más pequeños por plagas, nutrientes...». «En una hora u hora y
media tenemos la parcela en imágenes gracias al dron y al día siguiente contamos
con toda la información de cada árbol», explica este investigador del Instituto
de Agricultura Sostenible en Córdoba.
Así, el agricultor
puede calcular la dosis de abono o riego que requiere cada zona e incluso tener
«la ventaja de disponer de información espectral, es decir, del estado de salud
del árbol gracias a la cámara de infrarrojos cercanos», con la que se puede
determinar «el estrés o la salud vegetativa» de cada uno.
Los mapas generados, además
de proporcionar información del tamaño y desarrollo de cada árbol, permiten
estudiar sus relaciones geo-espaciales con factores agronómicos de su entorno,
como las propiedades del suelo o la presencia de malas
hierbas.
El procedimiento, cuyos
detalles han sido publicados en la revista PLOS ONE, conlleva dos fases: primero
se generan los modelos digitales de superficie empleando drones y, después, se
emplean técnicas de análisis de imagen basadas en objetos. El sistema es capaz
de proyectar cada árbol con un 97 por ciento de exactitud y las desviaciones con
los datos de altura y volumen estimados en campo «son
mínimas».
«A partir de ahí –añade
Peña– se diseñan estrategias de manejo del cultivo que permitan un tratamiento
más específico por zonas, con información objetiva y cuando el agricultor lo
demande».
¿Y cómo accede el
agricultor a esta tecnología que va más allá de las dos dimensiones? Peña
asegura que, aunque prestan servicios a clientes, están «limitados», así que el
objetivo es que «las empresas tecnológicas interesadas lo implanten en sus
sistemas.
Los agricultores deben buscar en su zona una empresa con servicios de
drones para que distribuya esta tecnología», reiteró. Y es que no está en el
mercado «porque salió hace diez días, pero en meses o un año estará en la
empresa que lo quiera», defendió.
Los investigadores del CSIC
apostillan que mediante esta tecnología es posible cartografiar una plantación
con cientos de árboles de manera muy precisa y en poco tiempo. Sería, por tanto,
una alternativa «más eficiente a las medidas laboriosas e inconsistentes tomadas
en campo».
El método, probado en cultivos leñosos como el olivar, se puede
extrapolar a cultivos forestales.
un saludo!!
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